jueves, 5 de junio de 2008

Historia de una relación

Este tema lo podemos remontar hasta la Edad Media en Europa. De hecho, nació de ahí. En ese tiempo, la Iglesia ofrecía un panorama muy atractivo para quien fuera creyente, y un camino al infierno si es que no lo era. Fue ganando cada vez más poder mientras que los Estados como los conocemos ahora se iban debilitando cada vez más. Por ahí en ese tiempo, un señor llamado Cristóbal Colón descubre América, y el continente entra en la historia de esta ancestral relación.

En el caso particular de Chile, durante la colonia, fue la Iglesia y sus diferentes congregaciones quienes impartían la educación en Chile, en su mayor parte. También eran los encargados de evangelizar (eufemismo de transformar) a los indígenas, por lo que eran vitales para Chile. Los curas, como los llamaríamos hoy, eran gente con influencia en diferentes estratos, hombres de gran riqueza económica.
Como una bola de nieve fue creciendo esto, pero antes de que fuera demasiado tarde, Andrés Bello concilió: "El Gobierno proponía los candidatos a los cargos vacantes, y el Papa proveía la lista de acuerdo con el Gobierno, pero este último invocando al Patronato, extendía los nombramientos". Chile notó que la Iglesia crecería más y más y propuso una primera medida: el Patronato; la dependencia de la Iglesia al Estado.

Más tarde, en la constitución de 1925, el Estado se desliga completamente de la Iglesia, declarándose Repúclica Laica.

Constitución de 1980:
Artículo 19: La Constitución asegura a todas las personas:6º.- La libertad de conciencia, la manifestación de todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público. Las confesiones religiosas podrán erigir y conservar templos y sus dependencias bajo las condiciones de seguridad e higiene fijadas por las leyes y ordenanzas.Las iglesias, las confesiones e instituciones religiosas de cualquier culto tendrán los derechos que otorgan y reconocen, con respecto a los bienes, las leyes actualmente en vigor. Los templos y sus dependencias, destinados exclusivamente al servicio de un culto, estarán exentos de toda clase de contribuciones.

Ya la Iglesia no contaba con el poder de antes, pero entonces, ¿cómo es que todavía tiene ingerencia ideológica en el presente? Por costumbrismo, no se ha querido desligar del todo a la Iglesia del Estado.

Declaraciones de don Mario Fernández, abogado de creencias católicas perteneciente al Tribunal Constitucional: " [...] actué en derecho y por convicción [...]". Su voto fue contrario a la píldora, eso considerando incluso que es un ex militante de la DC, y que este partido estaba a favor de la píldora.

Sobre el mismo tema, nuestra Presidenta Bachelet, de inclinación atea, actuó en contra de la decisión del Tribunal Constitucional, en lo que algunos llamaron una falta de respesto, y anunció repartición de la discutida píldora.

También podemos hablar en el pasado de Arturo Alessandri Palma: vinculado a la masonería, en la consitución promulgada bajo su gibierno, se le rinde culto a la religión de la democracia; Chile pasó a ser laico bajo el gobierno de un masón.

Augusto Pinochet, católico. Bajo su gobierno se promulga una constitución que declara a Chile como un país oficielamente católico. Curioso personaje: por el otro lado tenemos una lista de crímenes que atentan a los DDHH de una longitud impresionante. Curioso tratándose de un católico ¿no?

Michelle Bachelet, refiriéndose al matrmonio homosexual, tema sobre el cual la Iglesia Católica se mostró totalmente en contra: "[...] no está en mi programa de gobierno [...]". Ella, un liberal atea deja de lado el matrimonio homosexual. Raro, ¿no?

Lo que quiero dejar en claro es que hay de todo y para todos. Hoy en día, esta relación depende en extremo de quién asuma el poder, de quién controle a las masas. De su conciencia sobre esta relación y su opinión acerca de la misma. De su inclinación religiosa también, ¿por qué no?

Un(a) buen(a) mandatario(a) debería hacer lo que le conviene a su país y no lo que el(la) piensa. En todo caso, si tuviéramos un(a) mandatario(a) sin religión, es decir que no existiera esta para el(la) no sería el (la) mismo(a). No tomaría las mismas decisiones, no sería por el cual uno, ciudadano, votó.

También, aparte del lado político, depende de la posición que tome la Iglesia. Si es que alguna vez dejara de dar su opinión de todo y para todos, los católicos no se sentirían "obligados" a hacer tal o cual cosa por su Iglesia.

Entonces, llego a varias conclusiones. Primero, la relación depende tanto de los políticos como de los eclesiásticos. Segundo, es evitable, pero no es recomendable, ya que en el voto va incluida la religión del votado.

Al parecer todo se relaciona ¿no? Pueblo, Iglesia, Estado. Quizá un triángulo inquebrantable de la sociedad, de la política, de las ideologías. Dependerá sólo de nosotros ver por que camino queremos seguir llevando este largo sendero.

1 comentarios:

Ignacia Valenzuela dijo...

Concuerdo con tu opinión Juanito. Creo que siempre existirá esa relación de Iglesia Estado.. Que es algo inevitable. Sea bueno o malo.. Mientras la moral y los valores esten ligados con las creencias, como dije en mi blog.. Siempre estará implicado en la toma de decisiones.

Buen articulo.

Saludos .